5 de diciembre de 2011


Por una vez en mi vida, estoy haciendo lo que de verdad quiero. Hago lo que quiero hacer, cuando lo quiero hacer y por los motivos que yo considero necesarios. Y no estoy obteniendo el apoyo que pensaba que obtendría. Es la sensación de sentirme sola aunque esté entre un montón de gente. Sentir que esas personas van a juzgar cada uno de mis movimientos, cada uno de mis gestos y cada una de mis palabras y van a conseguir ponerlas en mi contra. Esas personas que consideraba mis amigas, van ridiculizando mis actos, sin darse cuenta de que eso no determina quien soy yo, sino quienes son ellas.

15 de marzo de 2011

#8

Y me quedo mirando tus labios, pensando que, quizá, otra los haya rozado. Tus ojos, tan profundos como el mar, pero del color del cielo en un bonito día de abril. Hasta tu pelo parece más oscuro que de costumbre. O más claro. Quien sabe. Me muero por decírtelo. Echar todo a perder y decirte que te quiero desde el primer día. Que hace tiempo que no pienso en otra cosa que no sea en verte. Que tus abrazos son lo único que me hacen pensar que merece seguir adelante con todo esto, los únicos que me dan fuerza para continuar. Que con sólo una mirada, consigues hacerme olvidar todo. Que vivo para ver tu sonrisa cada día. Que sólo pensar que otra mujer pueda haber besado tus labios, tocado tu pelo, rozado tu piel... Echar todo a un lado y besarte y abrazarte hasta quedarnos sin aliento. Gritar al mundo lo que siento. Decirte una y otra vez que te quiero. Tanto que duele.

7 de marzo de 2011

#6

Yo soy la que se lo calla todo. La que muestra una gran sonrisa cuando está rota por dentro. La que sonríe y asiente. La que procura no llamar mucho la atención. La que siempre ayuda a los demás cuando tienen problemas. La que espera recibir lo mismo a cambio y a la que le es indiferente que eso no sea así. La que se aguanta las ganas de llorar hasta que llega a casa y se encierra en la habitación. La que espera que, al contestar que estoy bien, algún día alguien responda: "No, no lo estás". La que es feliz con un simple abrazo. Yo soy la que pasa desapercibida. Por la que nadie nunca pregunta. Con la que nunca nadie cuenta. De la que todo el mundo espera siempre una sonrisa. La que siempre es feliz, o al menos frente a los demás. La que ayuda. La que seca lágrimas. El hombro para apoyarse. Soy la que, llegado el momento, se da cuenta de que nadie nunca se va a preocupar por ella.